La importancia de la leche en la alimentación

La importancia de la leche en la alimentación

Introducción

En este artículo expliqué todas las características de la leche y hoy quiero plantear la importancia o necesidad de ingerir este alimento. Para empezar quiero aclarar que no hay ningún alimento imprescindible en nuestra alimentación, todos son importantes. La leche es un alimento que se puede obviar y no generaría ningún problema.

Una de las cosas que se suelen decir en la calle sobre la leche es que ningún mamífero toma leche después del destete, eso yo no lo pero también tenemos que pensar en que ningún mamífero lleva zapatos o usa gafas. Lo que sí tengo claro es que eso que dicen sobre la leche de que es veneno, pues no estoy nada de acuerdo. Sea o no el mejor alimento del mundo, quita hambre y nutre que es lo importante. Si no quieres beber leche no hay problema alguno, es un alimento que se puede obviar.

La única leche que no se puede sustituir es la leche materna ya que aporta los nutrientes que el bebé necesita, además de aportarle también defensas y todo lo que va asociado al acto de amamantar, cariño, cercanía con la madre…

Es verdad que los lácteos se han convertido con los años en la principal fuente de calcio de nuestra dieta, pero tenemos que saber que no es la única, se puede introducir a partir de otros alimentos saludables como las verduras, frutos secos, semillas, cereales integrales…

Y también hay que recalcar que el calcio no es el nutriente más importante o relevante de nuestra alimentación y conseguir la cantidad recomendada no es tan difícil. Todavía no se ha podido probar científicamente que los lácteos prevengan fracturas óseas por ejemplo.

La realidad es que en los últimos años ha habido un incremento de la ingesta de lácteos excesiva, se toman demasiados.

¿Existen otras fuentes de calcio fuera de la leche?

La recomendación de calcio está establecida en 800mg por día, con lo que el equivalente que se planteaba como adecuado era de 2-3 vasos de leche diarios. Si sólo consumiéramos lácteos, esta recomendación sería adecuada, pero también consumimos muchos otros alimentos que también nos ayudan a alcanzar las recomendaciones, con lo que  no es necesaria tanta ingesta de este grupo de alimentos.

Después tenemos la cuestión de qué leche elegir. Si el consumo de leche es  normal, realmente es irrelevante si es desnatada o entera, ya que no hay una gran variación en el contenido graso.

Es más, no es tan grave consumir 1 ó 2 vasos de leche entera al día, hay que tener en cuenta que no es lo mismo consumir una leche entera que postres lácteos, yogures griegos, helados, que son más ricos en grasa. Los postres lácteos si contienen un porcentaje alto de yogur conservan sus propiedades probióticas.

Cuando hay una intolerancia a la lactosa está comprobado que hay grados, hay personas que con un grado leve pueden llegar a consumir un vaso al día sin ningún síntoma. Otro tema diferente es la alergia a la proteína de la leche de vaca que si puede ser fatal, ya que puede provocar anafilaxia.

¿Qué pasa cuando no te gusta la leche? Pues no es ningún problema, como ya he dicho antes, hay muchos alimentos que te aportan calcio, así que no hay que preocuparse ni buscar sustitutivos como las leches vegetales, que tampoco son imprescindibles. Está claro que en nuestra memoria gastronómica tenemos grabado a fuego los vasos de leche que nos daban de pequeños,  y, cuando somos mayores, si tenemos problemas con la leche buscamos un sustitutivo en las bebidas vegetales para intentar conseguir un sabor parecido. Eso es prácticamente imposible. Yo siempre recomiendo tomar una bebida vegetal sólo si te gusta, al igual que la leche, son alimentos que se pueden obviar y obligarte a ingerirlos sólo por conseguir una ingesta dietética de un nutriente determinado, no merece la pena y más cuando tenemos tantos otros alimentos que también nos lo proporcionan.

En cuanto a las leches para bebés, por ejemplo las leches formuladas de biberón son correctas pero no es lo mismo que la leche materna.

Las leches de crecimiento no son necesarias, ya que tienen más energía de la que necesitan los niños y no sabemos si ese exceso va a provocar un crecimiento inadecuado o desproporcionado.

Aquellas madres que no quieren dar leche de vaca a sus hijos, tienen que tener en cuenta que la bebida de arroz no es la más recomendable para los bebés, ya que contiene arsénico. Da igual que sean ecológicas o no, es un elemento que es inherente al producto. Mejor optar por otras bebidas vegetales.

También hay un mito con las madres lactantes que se dice que tienen que ingerir mucha cantidad  de leche, pero eso no es necesario, ya que la producción de leche materna no está influenciada por lo que se come. No por beber más leche se va a producir más leche materna.

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