Conejo con boniato y castañas

No hay productos en el carrito.
Si no te gusta el boniato puedes sustituirlo por calabaza o bien por patata.
El color naranja del boniato y la zanahoria indican que son ricos en carotenos, después en nuestro organismo se transforman en vitamina A, una vitamina muy importante para el cuidado de mucosas y el sistema inmune.
Me he encontrado con mucha gente que no come castañas porque piensa que son muy calóricas, cosa que no es cierta y aunque lo fuera, carece de importancia, es fundamental comer alimentos con una densidad nutricional importante y desdeñar productos superfluos.
Las castañas tienen 170 kcal/100g, lo que es un aporte calórico medio. La mitad de su peso es agua y tiene fundamentalmente hidratos de carbono, con un aporte graso bajo. Los minerales que más resaltan son el potasio, el fósforo, magnesio y calcio, también tiene un pequeño aporte de cloro, sodio y hierro. En cuanto a las vitaminas destacan la presencia de folatos.
Las castañas están ricas crudas y cocinadas, habitualmente en otoño la gente las consume asadas, pero en platos como en el de hoy aportan una textura sedosa impresionante, tienes que probarlas así.
El conejo es una carne rica en proteínas y baja en grasas y en colesterol, tiene un aporte de fósforo y potasio altos y también contiene magnesio y calcio y selenio. Como es una carne, tiene vitamina B12, que solo encontramos en animales.
La mostaza tiene bastante cantidad de sodio, pero como el resto de elementos del plato son muy abundantes en potasio, es un plato recomendable para personas con hipertensión, no así, para personas con insuficiencia renal.
No contiene ni gluten, ni lactosa, pero las castañas pueden causar alergia en algunas personas.
Si eres diabético, adapta las raciones de hidratos de carbono de este plato a tus necesidades.
En resumen, es un plato muy energético y con mucha cantidad de minerales, donde destacan el potasio, el magnesio, fósforo y calcio. Un plato ideal para días fríos.
No hay productos en el carrito.