Ensalada de coliflor, granada, tomates secos y avellanas

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Yo he utilizado tomates Cherry secos, pero también te sirven los tomates secos de siempre que tienen un tamaño mayor. La granada que he utilizado es de tamaño mediano.
Si las avellanas no son tu fruto seco preferido, puedes sustituir por unas almendras, pistachos, anacardos, cacahuetes o nueces. El fruto seco además de aportar grasas saludables y muchos minerales interesantes para el organismo, aporta crujiente.
Cuando compro coliflor, lo que hago es cocinarla al vapor entera y después la voy utilizando para otras recetas, de esta forma ya está preparada y se agiliza el proceso.
Si no te apetece hacer este tipo de presentación, haz todo igual menos la parte de la lechuga, y simplemente trocea la lechuga que más te guste e incorpórala a la coliflor y la vinagreta.
Seguramente no utilices toda la lechuga, porque en realidad solo necesitas las primeras hojas que son más grandes y las ideales para conformar el cuenco. Y es verdad que así pueden salir como mucho 4 ó 5, porque las hojas internas son más irregulares y no sirven.
Es un plato muy saciante, rico en fibra, vitaminas y minerales. También tiene grasas saludables procedentes del aceite de oliva y las avellanas.
La coliflor también puede ir cruda y si no te gusta pues utilizar brócoli.
Incorporar al menos una vez a la semana una crucífera es muy interesante para la salud.
Es un plato apto para veganos, para celiacos e intolerantes a la lactosa.
Ideal para diabéticos e hipertensos, incluir una ración de verdura cruda diaria aporta bastante cantidad de potasio que ayuda a excretar el sodio.
No es apta para alérgicos a los frutos secos.
Si la coliflor te produce gases, puedes tomar algún tipo de infusión carminativa para paliarlos.
La puedes consumir al medio día o por la noche, pero como plato único no te sirve porque no llega a tener a nivel energético ni de proteínas lo necesario para una ingesta.
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