Ensalada de judías verdes

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Otra forma de hacer las judías y la patata es que el día antes, para la cena prepares un hervido y separes lo que necesites para la ensalada del día siguiente, así de una vez obtienes una cena y la parte de la comida del día siguiente.
Puedes añadir, si quieres hacer de esta ensalada un plato único, un poco de bonito en lata, un huevo duro o la proteína que más te guste. Esta ensalada es rica en fibra, potasio, magnesio, fósforo y calcio.
Es un plato apto para veganos, y si quieres completar más la ensalada puedes añadir unos frutos secos o unos daditos de tofu, que previamente puedes macerar con pimentón y aceite para que tenga un poquito de sabor.
Es bastante ligera, así que es muy recomendable para personas que estén intentando bajar unos gramos. Aunque seguro que más de uno se altera porque lleva patata, pero es de lo más saludable y además, por haber refrigerado la patata, conseguimos que la fibra que contiene se transforme en almidón resistente, que es ideal para ayudar a la microbiota de nuestro intestino.
Estaríamos hablando de un efecto prebiótico de la patata. Es apta para celíacos, intolerantes a la lactosa, diabéticos e hipertensos.
Puedes acompañar de un pescado, una tortilla o una carne si quieres completar la comida.
La verdad es que la puedes consumir tanto para la comida como para la cena, eso va en gustos.
Este tipo de ensaladas te puede llevar a crear otras diferentes pero igual de ricas con otros elementos cocinados y crudos en el mismo plato. Ya te presentaré otras ideas para que aumentes el abanico de ensaladas saludables.
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