Ensalada de otoño en bote

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Más sencilla no puede ser una ensalada, ya verás como la combinación del dulzor de la granada con la acidez del limón y el vinagre y el crujiente de la coliflor con el resto de ingredientes, crea una explosión de sabores en tu boca.
Es básico incorporar alimentos crudos en la alimentación diaria, pensad que la mayoría de los alimentos que ingerimos están procesados, con la consecuente pérdida nutricional a nivel vitamínico y muchas veces mineral. La ensalada es fuente de antioxidantes, sólo hay que ver los colores que tiene para darse cuenta que contiene carotenoides, vitamina C, antocianos…
La ensalada tiene un efecto saciante importante en nuestro organismo, por eso se recomienda en dietas de control de peso, pero no sólo hay que pensar en incorporar la ensalada cuando se quieren perder unos kilos, ya te he comentado en otras ocasiones, su papel regulador. Tanto por la fibra que aporta, como por el contenido en minerales y vitaminas.
Aunque te choque que la coliflor esté cruda, está muy rica de esta forma, no es necesario cocinarla y verás como da un toque crujiente fantástico.
Si piensas que la cebolla tierna puede repetirte, la puedes dejar a remojo en agua antes de incorporarla, así perderá parte de sus compuestos sulfurados y te resultará más suave. Pero te aconsejo no remojarla demasiado, porque puede llegar a perder la textura y también minerales y vitaminas que pasarían al agua de remojo.
Si te apetece añadir otros elementos a la ensalada, estupendo, es más, si quieres llevarle el bote como plato único, puedes incorporar unas alubias, garbanzos, lentejas, arroz integral o incluso un poco de pollo a la plancha, huevo duro, bonito o pescado desmenuzado. Como siempre te digo, te doy una receta muy básica y ya te encargas tú a adaptarla a tus gustos.
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