Precauciones para evitar riesgos alimentarios en verano

Precauciones para evitar riesgos alimentarios en verano

Introducción

El otro día os comentaba como mantenerse bien hidratados en verano, pero hay un tema que no se puede dejar de lado y son las toxiinfecciones alimentarias, que aumentan notablemente en verano.

Toxiinfecciones alimentarias

Una toxiinfección alimentaria se ocasiona tras el consumo de alimentos contaminados por microorganismos patógenos (bacterias, virus o parásitos) o sus toxinas.

Las causas más comunes son una manipulación incorrecta de los alimentos, falta de limpieza en la cocina (tanto de nuestros útiles como de nuestras manos), una inadecuada temperatura de conservación de los alimentos, contaminación cruzada o insuficiente cocción de los alimentos.

Las consecuencias más habituales son las diarreas  y las gastroenteritis por ingerir alimentos en mal estado o la ingesta de agua no potable.

Las bacterias que más comúnmente provocan toxiinfecciones son  la Salmonella spp., staphylococcus aureus, Escherichia coli y el parásito Anisakis spp.

La Salmonella provoca aproximadamente el 50% de las infecciones alimentarias y los alimentos  que la portan suelen ser carnes, huevos (mahonesa), leche y productos lácteos no tratados.

Prevención de los riesgos alimentarios en verano

Te voy a contar las precauciones que tienes que tomar tanto en la compra como en casa, para evitar en lo posible una toxiinfección alimentaria.

En la compra

Respeta la cadena de frío, tanto si compras alimentos refrigerados, congelados o alimentos perecederos.

Cuando vayas a comprar un alimento congelado y veas que hay mucho hielo que une los ingredientes, no lo adquieras, ya ha perdido la cadena de frío. Te aconsejo que lleves bolsas térmicas o lo que yo hago, siempre me llevo en el coche una nevera de verano con placas de hielo y ahí meto los alimentos más susceptibles al calor.

En casa

Es muy importante lavar las manos frecuentemente, después de ir al servicio, cada vez que manipules un alimento y sobre todo cuando alternas su manipulación.

Lava bien las frutas y verduras que vayas a consumir crudas. Puedes hacerlo con una gotita de lejía o mejor, con los productos que ya venden para ese fin.

Limpia tu cocina diariamente y todos los utensilios que vayas a utilizar.

Mantén los alimentos refrigerados hasta el momento de su uso e intenta no tener preparados los alimentos durante más de dos horas.

Asegura una cocción correcta de los huevos, carnes, pescados y verduras en tus comidas. Cocina los alimentos a una temperatura mínima de 70º-80ºC para asegurar la destrucción de microorganismos.

Mantén la basura alejada de los alimentos.

Y lo más importante, evita la contaminación cruzada, que es aquella que ocurre cuando trabajas con varios alimentos diferentes a la vez con el mismo cuchillo o con la misma tabla de cortar. Un alimento que vas a consumir crudo, nunca lo manejes en la zona donde has manipulado otro que sí has cocinado.

Fuera de casa (viajes a lugares exóticos)

No consumas fruta sin pelar, ni verduras, carnes, huevos, pescados crudos o poco cocinados. Rechaza los alimentos expuestos y no refrigerados.

Bebe siempre agua embotellada y evita las bebidas con hielo (seguramente se hayan hecho con agua del grifo)

Ingiere los lácteos pasteurizados.

Como ves, son consejos sencillos y muy prácticos, nada que no podamos hacer a diario. Con un poquito de prevención tendremos un verano más tranquilo y evitarás posibles riesgos alimentarios característicos de esta época del año.

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