Albóndigas con salsa de almendras

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Puedes utilizar la carne que más te guste o hacerlas de una sola clase. Están muy ricas también si las haces de pavo.
Hoy las he preparado muy sencillas, pero si te gusta puedes incluir unos piñones, un poquito de ajo, perejil…la verdad es que las albóndigas admiten de todo. Una forma muy original de prepararlas es con frutas desecadas como ciruelas secas o pasas.
Las albóndigas de la receta tienen unos 45g, con lo que una ración adecuada sería de 3 albóndigas. Acompañadas de una buena ensalada y unas poquitas patatas fritas, se convierte en un plato realmente apetitoso y equilibrado para un almuerzo. Si las quieres comer para la cena, acompaña de una verdura cocinada y un trocito de pan.
Si tienes intolerancia al gluten, utiliza una harina sin gluten para enharinar.
Buen aporte de potasio, calcio, fósforo, selenio, vitamina B12.
La ternera no es recomendable para aquellas personas que tienen alergia a la proteína de la leche de vaca. Así que mejor preparar las albóndigas con otras carnes.
Las albóndigas son una manera fantástica de dar carne a los niños, ya que viendo las bolitas, les apetece mucho comerlas. Para ellos las puedes preparar más pequeñitas, e incluso ensartarlas en una brocheta, les parecerá un plato muy atractivo.
Como he dicho antes, no está de más comer una buena ración de verdura con estas albóndigas, ya que la receta no lleva demasiada cantidad de verdura por persona. Así conseguiremos también aumentar la cantidad de fibra que ingerimos.
Es un plato fácil pero laborioso y la verdad, se ensucia bastante la cocina.
Te voy a dar dos trucos para minimizar el daño.
Uno sería enharinar las albóndigas en una bolsa de plástico, donde pondremos la harina. Solo habría que agitar la bolsa cerrada por arriba y las albóndigas se enharinan solas.
El otro truco sería no enharinarlas y hornear las albóndigas en el horno a temperatura alta para que se sellen rápidamente y queden jugosas, dándoles la vuelta cuando estén doradas por arriba. Después sólo habría que incorporarlas a la salsa de almendra. El problema de este truco es que tendrías que encender el horno, pero la ventaja es que no ensucias tanto por no freír las albóndigas y además te ahorras un poco de grasa de freírlas, pero te aseguro que ese no es un problema, ya que merece la pena freír con un buen aceite de oliva.
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