Ensalada de garbanzos y quinoa

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Si no tienes los garbanzos hervidos, déjalos a remojo desde la noche anterior. Lávalos y cuécelos en abundante agua durante 20-25 minutos en olla rápida o 45-50 minutos en olla normal. Escurre y deja enfriar para utilizar en la receta.
Puede ser que los garbanzos no sean de tu agrado, pues sustituye por alubias blancas o rojas (o las que tengas) o lentejas o incluso guisantes. Si tienes otro tipo de verduras que te gusten más, añádelas.
También le va genial el pimiento rojo o verde, la remolacha e incluso unos champiñones laminados crudos. Y aunque te choque la fruta es un buen recurso para incluir en la ensalada, manzana, mango, piña…le aportan frescor y después ya no tienes que comer postre, porque lo llevas todo en un solo plato.
Es una ensalada muy completa, no es necesaria la adición de proteína de origen animal, ya que contiene todos los aminoácidos procedentes de los garbanzos, la quinoa y las semillas.
También es muy rica en calcio, ya sabéis que los garbanzos son una fuente muy grande de este mineral, además es que fácil absorción. El contenido en fibra es muy alto, ya ves que las recomendaciones de fibra están entre los 25-30 gramos al día, y pocos cálculos caben, una ensalada tan completa como ésta y le sumas una fruta de postre y ya tienes un porcentaje elevadísimo de los requerimientos tan solo en una ingesta.
Esta ensalada es muy saciante así que es ideal para cualquier persona que quiera controlar el peso. Genial para niños y deportistas y para personas con problemas de osteoporosis por la cantidad de calcio de buena asimilación que tiene. También por la cantidad de fibra que contiene (17.9g por plato) es genial para personas con estreñimiento.
Además es refrescante y para los días de calor va estupenda.
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